En el Chile precolombino los diferentes pueblos que habitaban el actual territorio del país, contaban dentro de sus sistemas de crianza y de etnoeducación con distintas instituciones, personas y prácticas orientados a la atención de los niños pequeños. Por ejemplo, dentro de la cultura mapuche, había un conjunto de ritos en el período prenatal a través de los cuales se esperaba fortalecer al niño en gestación. Por su parte, en la cultura yámana, desde el momento en que nacía el niño, la madre elegía a una "madrina" quien la ayudaba a cuidar y estimular al bebé. Respecto a esto último, hay información etnográfica sobre cómo se hacían masajes a los niños y ejercitación motora. Particularmente interesante, son las actividades que se hacían con los niños pequeños en forma paralela a los actos de iniciación de los jóvenes en los cuales toda la comunidad se involucraba. Cercana a la gran "choza" donde se reunían jóvenes, adultos y ancianos, se hacía otra "choza" más pequeña en la que se juntaban los niños durante las semanas en que se hacía este ritual. Los más pequeños quedaban a cargo de los más grandes y participaban en todo tipo de actividades desde juntar leña, hasta algunas que tenían conexión con lo que estaba pasando en la gran "choza" con los jóvenes. A su vez, en la cultura kawashkar, existía la práctica de colocarle el nombre a los nuevos miembros una vez que se identificara alguna característica del niño o niña de manera que fuera una nominación muy propia. Ello podía ser un rasgo físico o incluso un sonido que produjera dentro de sus primeras emisiones.
Es así como, en todos los diferentes pueblos que habitaban el territorio del país actual, se encuentran significativas referencias al cuidado y educación de los niños pequeños, situación que empieza a cruzarse posteriormente con los sistemas educativos que llegan con los europeos en las distintas etapas de desarrollo de lo que es hoy día, la República de Chile.
Las primeras órdenes religiosas que llegaron, empezaron a preocuparse de los niños huérfanos y abandonados, creando Casas de acogida, Orfanatorios y otros, donde los párvulos eran recibidos junto con niños de otras edades. Posteriormente, a comienzos del siglo XIX se formaron ciertas "escuelas de párvulos", que fundamentalmente se preocupaban de la formación religiosa de los niños.
Es así como, en todos los diferentes pueblos que habitaban el territorio del país actual, se encuentran significativas referencias al cuidado y educación de los niños pequeños, situación que empieza a cruzarse posteriormente con los sistemas educativos que llegan con los europeos en las distintas etapas de desarrollo de lo que es hoy día, la República de Chile.
Las primeras órdenes religiosas que llegaron, empezaron a preocuparse de los niños huérfanos y abandonados, creando Casas de acogida, Orfanatorios y otros, donde los párvulos eran recibidos junto con niños de otras edades. Posteriormente, a comienzos del siglo XIX se formaron ciertas "escuelas de párvulos", que fundamentalmente se preocupaban de la formación religiosa de los niños.
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